.

.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Tú, mi enemigo. Dejarse vencer.


No voy a cometer el mismo error, de nuevo. No me desmoronaré de la forma en que vos intentaste hacerlo conmigo. Estoy segura que crees que me dejaste destrozada, que voy a volver corriendo hacia vos. No creo que sepas o entiendas, pero aún cargo el peso de tus mentiras en mis hombros. Y no porque me haya alejado de vos, mi vida volvió a ser lo que era, ojalá. Todavía me cuesta levantarme y sonreír. Abro los ojos, pestañeo, y ya siento pesadez, porque sé que me va a costar pararme y caminar, caminar y que nada me recuerde a vos, absolutamente nada. Hay días que me siento forzada a fingir sonreír. Porque sé que hoy, como ayer, me voy a enterar de algo más, de alguna otra mentira que intentaste esconder, como siempre, y que nunca pudiste. Y aunque lo evite de mil maneras, alguien va a venir a decirme cosas que no quiero oír, alguien va a decirme: "al fin abriste los ojos" y eso duele; me duele porque me siento estúpida, me veo estúpida, me ven como estúpida, porque te burlaste, me manejaste como quisiste, a tu antojo, a tu manera, y porque a pesar de todos tus "errores", aunque creo que fueron más decisiones que errores, te perdoné y te volví a dar mi confianza y amor, te elegí.. ¿me podrías decir cuántas veces más? Y todo para que me sigas fallando.
Amarte era fácil, hace un tiempo atrás, pero ahora mis sospechas de vos.. se multiplicaron. ¿Y todo por qué? porque me mentiste, a tal extremo de hacerlo en la cara, mirándome a los ojos. ¿No te das cuenta de la gravedad de todo esto, no?
Y en realidad, lo que más me duele, es que no fueras capaz de verme con los mismos ojos que yo te veía, que no fueras capaz de darte cuenta todo lo que dejaba por vos, sin importarme y sin reclamarte, que no fueras capaz de jugártela un poquito más, de ser valiente una vez en tu miserable vida, de no entenderme, no valorar a la pendeja de mierda que supo hacerte sentir amado, mimado de verdad. No valorar que daba hasta mi vida por vos, si era necesario que me sacrifiquen, lo hacía, y aún no siendo necesario, también. Para que entiendas un poquito lo que fuiste vos para mi. No fuiste valiente, te faltó el valor para pelear por mi, para merecerme.
Está perfecto amarse a uno mismo, pero es tan grande tu amor propio, que no te das lugar a amar a alguien como se lo merece, no le das el lugar que necesita, no podés dejar de pensar en vos ni en tu propia conveniencia. Mientras vos estés bien.. ¿Qué más importa, verdad? Nunca pensaste en nadie más que no fueras vos, solo veías tu "dolor". 
Me entristece todo esto, a tal punto a agobiarme. Soy tan joven.. debiste haberlo pensado mucho mejor, antes de lastimarme así, o de apoyarte en mi. Si no estabas seguro para qué lo hiciste, para qué mentiste, para qué fingiste. Si no querías o no estabas dispuesto a jugártela por alguien, no lo hubieras intentado conmigo. Cualquier persona hubiera actuado de una forma diferente, y no es por comparar.. sino que vos elegiste la forma más cobarde. Hubiera preferido no verte a tener que pasar todo esto. Y yo te avisé, una y mil veces, que lo mío iba en serio -te recuerdo.. porque quizás querías echarme la culpa a mi, nuevamente- y si lo tuyo no.. ya tenías la puerta abierta, y podías irte cuando quisieras. ¿Estás vengándote de algo? No entiendo. ¿Tan poco fui? ¿Tan mal me porté con vos? ¿Cuál es la necesidad de huír así, de ser tan cobarde, de jurar y no cumplir, de mentir mirándome a los ojos, de lastimarme de tal modo? ¿Cuál es la necesidad de decirme "te amo" sin ni siquiera tener la difusa idea de lo qué es amar? ¿Por qué? ¿Por qué me mentiste? ¡Y basta de darme vuelta las cosas! Porque aunque lo niegues, es así, porque cuando se ama.. no existen límites, reglas, ni fronteras, y si existieran.. el amor los sobrepasaría. Creo que te lo he demostrado, ¿no? Si tenía que venderle mi alma al diablo por nuestro amor, no me importaba nada, nada más que vos, lo hacía. Me puse mi mundo en contra, por vos. Te amé, te juro. Fue el riesgo que debí tomar, y ahora todas las malditas noches me paso recordando esto. Recordando lo que logré llegar a sentir, y aún así termino prendida a las paredes, porque no logro evitar sentirme tan mierda por la puta convicción de que debí darte más, que en algo fallé, por eso eras así conmigo, por eso me pagabas así, pero no encuentro en qué. Y muy de a ratos, me odio por no tener el valor de hacerme respetar por vos. Me odio por prohibirme vivir, cuando vos no te prohibías ni una noche por mi. Me odio por confiar en una persona como vos, y perderlo absolutamente todo. Porque debido a vos, aprendí a no correr riesgos para no salir nunca lastimada. Debido a vos, me cuesta confiar, no solo en mí, sino en todo aquel que me rodea. Debido a vos.. tengo miedo. Sos el fantasma que me asecha todas las noches.
Y no quiero, no puedo llorar, porque sé que para vos eso significa debilidad. Y quiero demostrarte que cada vez estoy y me siento más fuerte. Porque voy a seguir intentando superarte hasta que lo logre, porque soy así de psicópata o como quieras llamarlo, porque cuando me propongo algo.. no paro hasta conseguirlo. Porque sé que esto no pudo ser, y no por mi, por eso me RINDO, porque no se puede estar mendigándole amor a alguien, porque me quiero mucho más de lo que pensás, y porque me acepto así como soy, como nunca supiste aceptarme. Y porque sé, que aunque se tornó difícil, yo dejé mi alma en todo esto, le puse el pecho a las balas, vulgarmente. Más no puedo darte. ¿Más? jaja. ¿Más querías? No puedo. Me rindo. Y no era todo el mundo contra nosotros, ¿te diste cuenta, no? Nuestro único enemigo eras vos, solo vos. Y de la única forma que pude vencer al enemigo.. fue alejándome, y aunque el golpe fue muy fuerte..  hoy, estoy bien así.



 Abrir los ojos, para ver la realidad, aunque duela, aunque no se quiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario