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domingo, 29 de septiembre de 2013

Pendejo.


Lo único que te mereces es que un día, cuando te acuestes con otra, te mire a los ojos y te deje en evidencia por tus problemas. Porque está claro que tenés el ego tan pesado y la boca tan abierta que por ahí se te escapa la poca madurez que creía que tenías.

Pendejo, más que pendejo. Absurdo cúmulo de problemas que tenés en la vida, pero el problema más grande sos vos mismo. Sos el peligro que te acecha todas las noches cuando no podés dormir hasta las tantas de la mañana y tenés que rellenar tus minutos con cigarrillos y charlas en el boliche, para sentirte lleno... Lleno de mierda es lo que estás. Hasta los ojos. Pero lo disimulás tan bien que hay incautas que caemos... caemos pero nos levantamos con la venda en la mano y una claridad tan límpida que no tenemos duda de que deberíamos cambiar tu nombre del celular y poner: "Uno de los mayores errores de mi vida", pero en vez de eso pongo "tuberculillo", porque eso es lo único que sos, uno de esos tuberculillos de una papa que se cortan y se tiran a la basura porque no sirven para nada.
Eso sos, emocionalmente inservible. Uno de los mayores errores que han pasado por mi vida. Y lo peor es que es mi culpa por haberte dejado entrar, por haberte cometido.. Reniego de vos y estas palabras quedarán como parte de la catarsis para erradicarte de mi vida como si fueras un tuberculillo arrugado e insignificante... Y sí, tomate esto como un piropo.

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